ESTAS EN BUENAS MANOS, realizamos examen visual avanzado, estudio y adaptación de todo tipo de lentes de contacto.
Lávate las manos y sécalas bien antes de manipular tus lentes de contacto.
Saca solo una lente y colócala en tu punta del dedo índice.
Comprueba que la lente está en el sentido correcto.
Lenta y suavemente, aplica la lente sobre la parte coloreada del ojo.
Parpadea suavemente para asegurarte que la lente está en el lugar correcto.
Repite el proceso con el otro ojo.
Lávate las manos y sécalas bien antes de manipular tus lentes de contacto.
Mira hacia el frente y asegúrate de que la lente está todavía en la parte coloreada de tu ojo.
Con el dedo índice opuesto al ojo, levanta el párpado, desde el punto más cercano posible a la línea de las pestañas.
Con el dedo medio de la otra mano, baja la parte inferior.
Presiona sobre la superficie de la lente y deslízala suavemente hacia la parte blanca del ojo.
Usando la parte carnosa del dedo pulgar e índice, aprieta suave y firmemente la lente y retírala.
Limpia tu lente de contacto con la solución de mantenimiento prescrita por tu optometrista.
Lávate las manos y sécalas bien antes de manipular tus lentes de contacto.
Retira la lente y colócala en la palma de la mano.
Aplica una o dos gotas de la solución de mantenimiento en la lente.
Presiona suavemente la lente hacia adelante y hacia atrás durante 10-15 segundos.
Coloca la lente en su estuche.
Lávate las manos y sécalas bien antes de manipular tus lentes de contacto.
Saca sólo una lente y colócala en tu punta del dedo índice.
Comprueba que la lente está en el sentido correcto.
Lenta y suavemente, aplica la lente sobre la parte coloreada del ojo.
Parpadea suavemente para asegurarte que la lente está en el lugar correcto.
Repite el proceso con el otro ojo.
Lávate las manos y sécalas bien antes de manipular tus lentes de contacto.
Mira hacia el frente y asegúrate de que la lente está todavía en la parte coloreada de tu ojo.
Con el dedo índice opuesto al ojo, levanta el párpado, desde el punto más cercano posible a la línea de las pestañas.
Con el dedo medio de la otra mano, baja la parte inferior.
Presiona sobre la superficie de la lente y deslízala suavemente hacia la parte blanca del ojo.
Usando la parte carnosa del dedo pulgar e índice, aprieta suave y firmemente la lente y retírala.
Una vez fuera del ojo, simplemente tírala a la basura.
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