La receta del oftalmólogo y el consejo del óptico deben estar siempre presentes en la elección de las gafas de nuestro hijo.
Antes de empezar a buscar las monturas, consulte con los profesionales de la visión. Si la receta requiere lentes con mucha graduación para corregir la visión de nuestro hijo, los cristales tendrán un espesor mayor. Si bien es cierto que hoy en día existen procesos de producción que nos permiten reducir el espesor de la lente, hay que tener en cuenta que a mayor reducción, mayor precio.
Recordemos que la finalidad última de la gafa es corregir la visión. Sin el diagnóstico correcto, no conseguiremos que nuestro hijo vea correctamente.